Testimonio Maria del Carmen A
Venía con un nudo en la garganta, con mucho coraje y resentimiento, pero al entrar al cuarto de sanidad sentí una paz, una tranquilidad y el nudo en mi garganta desapareció.
Le doy gracias a Dios por ponerme en el lugar correcto en el momento correcto y porque sé que nunca me abandona.
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